Anoche ante un Luna Park colmado por más de 7 mil personas, Charly García volvió a demostrar por qué se lo considera una leyenda viva del rock nacional.
Se lo vio mucho más rápido de reflejos, más preciso en sus movimientos, cantando con aquella voz que recordamos en sus primeros trabajos solistas y por sobre todas las cosas, con el TALENTO de siempre absolutamente intacto. Se mostró tranquilo, de buen humor, cómplice con sus músicos, disfrutando cada segundo sobre el escenario, feliz de sentir a su público tan a gusto, como en las viejas épocas.
El show empezó cerca de las 22.15, apenas 15 minutos más tarde de lo anunciado, con Demoliendo hoteles. Luego vinieron: Promesas sobre el bidet, Rap del exilio, No soy un extraño, Cerca de la Revolución, Filosofía barata; una conmovedora versión de Vía muerta, y llegó también el único estreno de la noche, La medicina. Después le tocó el turno a Fanky y luego se anunció el primer invitado: León Gieco con quién tocó Los Salieris de Charly. “Vení León, me entusiamé” fueron las palabras de García al finalizar la canción y se armó una zapada donde el público agradecido coreó El fantasma de Canterville. Se fue León y la fiesta siguió. Sonaron entonces los acordes de Adela en el carrousel, luego El amor espera, Rezo por vos, Yendo de la cama al living; uno de los pogos de la noche Pecado Mortal, Influencia, Llorando en el espejo, Pasajera en trance con dos bailarinas colgadas de arneses que sobrevolaban el escenario y cruzaban el cielo mismo del Luna; Raros peinados nuevos, Me siento mucho mejor, quizás uno de los temas más bailados; Vicio, Nuevos trapos, Estoy verde, No voy en tren y lo que parecía el final. “Soy el que enciende y el que apaga la luz” cantaba Charly cuando con un solo movimiento de manos, se apagaron todas las luces del estadio y desaparecieron García y sus músicos. No hubo que esperar demasiado para los bises. Nuevamente sobre las tablas y con cambio de vestuario incluído, llegaron Deberías saber porque, y el segundo invitado de la noche, el gran Pedro Aznar, para hacer una versión impactante de Perro andaluz. Cuando todos creíamos que Aznar se quedaba en el escenario para un segundo tema, sonaron las primeras notas de No se va a llamar tu amor. Y otra vez, todos se fueron para volver ahora sí con Pedro Aznar y hacer una emocionante versión de Seminare. “Está viejita ya. La estrenamos hace 32 años, acá en el Luna” dijo Pedro “y nos tiraban con pilas”. Risas generales y a disfrutar, con la banda a pleno de lo que fue el último tema de la noche, Rock and roll y yo.Cabe destacar la puesta en escena de Pichón Baldinú, que con imágenes sobre telones blancos, ambientó cada una de las canciones y sorprendió con las telas y los trajes del comienzo del show. Y por supuesto, no podemos olvidarnos de la gran banda que García supo formar para una vuelta con todas las letras. Músicos geniales que conocen a Charly como nadie y saben aprovechar cada solo que el maestro le regaló a cada uno a lo largo de todo el recital. Hilda Lizarazu, “La princesa Hilda” como la presentó Charly sobre el escenario; El “Negro” García López, Fabián Von Quintiero y por supuesto los tres talentosos chilenos que acompañaron a Charly en los últimos años.
Anoche tuve la sensación de que como espectadora, formé parte de la historia de la música nacional, porque el de ayer fue, sin lugar a dudas, el retorno de un grande.
Charly García en el Luna Park. Nuevas funciones: 19 de Marzo y 3 de Abril. [www.florenciaghio.com.ar]